5 nov 2007

La última vez que vi su rostro (Capítulo 4)

El tiempo paso, Salvador cada vez estaba mejor con su nueva vida al lado de su mamá, su papá lo visitaba continuamente y todo marchaba normalmente. Janet no se me quitaba de la cabeza, aunque por un tiempo estuve dudando en llamarla, siempre pensaba en hacerlo, pero creí que quizás ya no me recordaría, o que quizás me había dado su número por puro compromiso y a la primera oportunidad me daría el cortón, un buen día en que estaba especialmente animado por una buena calificación en la escuela, quise darme una oportunidad de conocerla y de repente, sin pensarlo mucho, me sorprendí a mi mismo marcando su número, la invite a salir, esa noche tomamos un café, y ya no hubo marcha atrás, salimos varias veces y nos fuimos conociendo e interesando en lo que hacia el otro, a mi en realidad me gustaba, supongo que me empece a enamorar, aunque a veces pensaba que esto a ella no le importaba o no lo notaba, recuerdo que al principio, me costaba mucho trabajo expresarme, pero conforme la confianza aumentaba también mejoraba mi plática y a lo largo de dos meses nos hicimos muy amigos, conocimos a nuestros respectivos padres, no olvidare nunca cuando me dijo: - quiero que conozcas a mis padres - yo me sentí halagado aunque también algo nervioso, esas cosas imponen, ella me invito a cenar a su casa, recuerdo que ese día pase toda la mañana lavando el carro, luego me bañe y me puse la mejor ropa que me pude encontrar en el closet, llegue a su casa puntualmente, tenia mis zapatos boleados y llevaba dos ramos de flores, uno para su mamá y uno para ella, toque a la puerta y ella me recibió, me dio el acostumbrado beso en la mejilla a manera de saludo, y me invito a pasar, cuando entre, su padre y su madre estaban viendo la televisión, pero al verme se levantaron y me saludaron cortésmente, yo estaba algo nervioso pero la presentación al menos fue buena luego de eso la mamá de Janet apago la televisión y me ofreció asiento, el padre de Janet se sentó frente de mi, al tiempo que ella y su mama iban a la cocina por algo de tomar, su padre, asintió con la cabeza supongo que tampoco sabia que decir o hacer exactamente, rompió el silencio – mi hija habla mucho de ti Andrés, me he hecho una imagen tuya de un chico bueno – yo sonreí, el continuo con la obligada pregunta, - entonces, ¿Dónde dices que estudias Andrés? - acabo de entrar a la universidad señor, estoy en el tecnológico - hombre pues muy bien ¿y que estas estudiando? - entre a Ing. En sistemas señor - que bien, a mi eso de las computadoras me da dolores de cabeza, no lo entiendo jeje, pero pues si es lo que te gusta... - yo volví a sonreír, en ese momento llegaron Janet y su mamá con una charola con refrescos, Janet me ofreció uno y me levante para tomarlo ellas se sentaron también con nosotros, Janet hablo: - bueno, pues este es Andrés, de quien tanto les hablo, lo invite a cenar para que lo conocieran y para que él también los conociera a ustedes, todos nos miramos, y la mamá de Janet dijo, - Janet nos a hablado mucho de ti, sabemos que eres un buen muchacho y pues nos da gusto que Janet tenga un amigo como tu - gracias señora, pero el agradecido debo ser yo, Janet es una niña muy linda, que sabe que tiene mi amistad incondicional el afortunado en tenerla soy yo. - la mirada de ambos padres me pareció de aprobación, de ahí en adelante la velada transcurrió entre platicas de varios temas, desde política que para mi desgracia el padre de Janet demostró conocer a fondo, hasta cocina, con la mama de Janet, ella se sintió halagada de que yo alabara su sazón, y se alegro de que yo tuviera algo de conocimiento de cocina, me gusta mucho hacer postres, me parece terapéutico, terminamos esa cena y luego me quede un rato platicando con Janet sobre trivialidades y lo que haríamos el siguiente día, me despedí de todos y me fui a mi casa, de regreso iba pensando en lo nervioso que estaba al inicio de la cena y lo curioso que resulta como te vas tranquilizando cuando ya entras en confianza, es más hasta recordé algunos chascarrillos que dije y me sentí feliz por haber hecho reír un poco a sus padres y liberar la tensión.

Al día siguiente fui al cine con Janet y ella me comento que le había caído muy bien a sus padres, en el transcurso de los meses, fui varias veces a su casa y cada vez nos llevábamos mejor, sus padres me llegaron a tener mucha confianza, si Janet salía conmigo cada vez había mas consideraciones en cuanto al tiempo y sus padres cada vez platicaban mejor conmigo, me tenían ya como un miembro más de la familia.

El tiempo paso, se acercaba Navidad, me fui junto con Salvador y Raúl a hacer compras de regalos a las plazas comerciales, había de todos los sentimientos posibles, Raúl se mostraba como un niño, sorprendido por todas las cosas que podía comprar, Salvador con una mirada de nostalgia, era la primera Navidad que pasaría solo con su madre, y yo ilusionado con Janet, buscaba un buen regalo para ella y algo también para sus padres, llego el día de la cena de Navidad y antes de las siete de la noche toque la puerta de la casa de Janet, nos dimos un abrazo y le di su regalo, había elegido un suéter rosa que me imagine se le vería muy bien, me invito a pasar, sus padres estaban en la cocina, nos saludamos alegremente, estaban algo ocupados, los padres de la mamá de Janet vendrían a cenar y no todo estaba listo, le pedí a Janet que me acompaña al coche, fuimos por los regalos para sus papas ella se sorprendió y me dio un beso en la mejilla, me dio las gracias, pasamos a la cocina de nuevo y les di sus regalos, nos dimos abrazos, la mamá de Janet abrió su regalo de inmediato, era una blusa que a ella le encanto, me dio otro abrazo y su esposo me miraba con aprobación una vez mas, al tiempo que me invito a quedarme a cenar, yo les dije que no podía, que en mi casa me esperaban para cenar, - bueno entonces... - dijo el señor, - que te parece si pides permiso en tu casa y nos acompañas en año nuevo a México, ahí estará toda nuestra familia te va a gustar se pone muy bien - a Janet se le ilumino el rostro - si acompáñanos, te presento a mis primos y primas les vas a caer muy bien! - les dije que si, que iría con mucho gusto, solo lo tenia que platicar en mi casa pero que si iría, me despedí y Janet me agradeció de nuevo.

En mi casa no hubo mayor problema para que me dejaran irme, mis papas también tenían planeado ir a Jalisco, en esas fechas yo nunca me separaba de mi familia, pero les explique que de verdad quería ir con Janet, así que ellos se irían para Jalisco junto con mi hermana y yo a México con Janet, me despedí de mis amigos un día antes de irme, cuando fuimos a una plaza comercial, me desearon suerte; hice mis maletas lo menos estorbosas que pude, llevaba dos mochilas y algo de dinero que me dio mi papá para los gastos y ayudarles con la gasolina a los papás de Janet, el viaje transcurrió sin mayor problema, el papa de Janet sugirió contar algunos chistes y yo conté algunos, los hice reír y el papa de Janet también contó algunos, fue un viaje que me pareció agradable y hasta corto, el papá de Janet no acepto que les ayudara con la gasolina ni las casetas, llegamos a México y desayunamos en un vips, por que ya era tarde, después de eso, llegamos a una casa muy grande con fachada blanca que tenia también un enorme jardín delantero, era una casa antigua pero bien conservada, de dos plantas muy limpia y arreglada, llegamos y el papa de Janet hizo sonar el claxon, una señora de unos setenta años salió a recibirnos con una energía como si tuviera treinta, los lleno de besos y abrazos mientras reía y preguntaba como estaban, era tanta su algarabía que me abrazo a mi también, yo me quede sin saber que hacer, en eso ella reacciono y dijo, - ¿y este muchacho quien es? - los papas de Janet rieron y le explicaron que yo era su invitado y le dijeron, - es Andrés, ¿te acuerdas que te platicamos de el? - ella asintió - ahhh si ya me acorde, ¡mucho gusto jovencito! - y me abrazo y me dio un beso en la mejilla, yo no atine a corresponder correctamente, no se que expresión tendría mi cara, pero al verme Janet se río, pasamos a la casa y por dentro me pareció aun más grande que por fuera, todo estaba reluciente, la señora grito: - miren quien llego! - de repente de diferentes puntos de la casa salieron algunas personas de distintas edades, saludando a todos, estaba un poco confundido, luego de que paso el saludo obligado, Janet les explico a todos quien era yo y porque estaba ahí, dos niñas pequeñas cuchicheaban entre ellas al tiempo que reían, Janet lo noto, - ¿de que se ríen primas? - ¿es tu novio? - no solo es un amigo! - cuando dijo esto, no se porque, me incomode, no quise darle importancia y también nos reímos nosotros...

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