30 oct 2007

La última vez que vi su rostro (Capítulo 2)

Al día siguiente llame a Salvador, sentía la necesidad de disculparme, aunque se muy bien que nunca lo hacemos y terminamos por no darle importancia a detalles como ese, pero en realidad, la noche anterior casi no dormí, por lo incomodo que me sentía de saber que probablemente un buen amigo tenia problemas y yo no podía ni imaginar que pasaba, así que mi conciencia exigía brindar ayuda, supuse que ya estaría mas calmado, y después de cuatro timbrazos su mama me contesto: - bueno? - hola señora buenos días, ¿estará por ahí Salvador? - si creo, no se, haber, espérame lo que pasa es que creo que esta dormido todavía - me dijo, la note extrañamente desorientada y se escucho como le llamaba a gritos para que contestara, en ese momento pensé, ¡uta! Otro punto menos, se va a enojar por andarlo despertando - en eso se oye que Salvador me contesta, - bueno! - Salvador! Soy yo, Andrés, ¿te desperté? - si, la verdad si me despertaste, no eh dormido muy bien últimamente - a perdón, bueno lo que pasa es que quería disculparme por lo de ayer, no debí molestarme con ustedes, pero la verdad me decepcione mucho de no ir a ese viaje, estaba muy entusiasmado y creo que tal vez me porte mal contigo... Podemos hacer un plan alternativo no? - por respuesta tuve un largo silencio, hasta que de pronto dijo - oye te invito a desayunar al rato, ¿puedes venir? Ya sabes a que horas se van mis papas no?, - asentí como si me pudiera ver, reaccione y dije: - bueno al rato llego por allá - y colgamos, eso me dejo mas sacado de onda, me espere muchas cosas, que me colgara, que me mandara al diablo, o incluso que se negara a hablar conmigo, o que simplemente me disculpara, pero no que me invitara a desayunar, es decir, necesitaba verlo para saber que pasaba con el, pero yo esperaba pedirle verlo no que el me lo pidiera a mi, no era la primera vez que me invitaba a desayunar pero nunca bajo circunstancias parecidas, en fin, mientras tomaba un baño, pensaba en los motivos que tendría Salvador para invitarme a desayunar, seguía sin entender bien a bien que estaba pasando.

Llegue a la casa de Salvador como una hora después de la llamada, el abrió al escuchar a su perro “Rocky” ladrar, nunca entendí bien al Rocky, siempre me ladraba pero nunca hacia ningún intento de morderme o atacarme aun cuando me tuviera a su alcance, o intentara entrar en su casa, y eso que el Rocky era un perrote pastor alemán de unos diez años, Salvador se acerco a mi, y note algo raro en su cara, no se describirlo, era algo que solo notas cuando tienes años de conocer a alguien, una mirada especial, diferente, me dijo: - pásale, solo hay cereal con leche para desayunar, pero ya ves que de todos modos nunca desayunamos bien ni tu ni yo - no hay bronca de todos modos ya había tomado un licuado antes de llamarte, - en ese momento le dije sin mas rodeos - ¿que te pasa Salvador? Te veo muy raro, como ido - es que tengo una broncota - me contesto - supongo que por eso reaccione así ayer, ando demasiado perturbado - y vi como le empezaba a cambiar el gesto de la cara, entonces se dejo caer pesadamente en una silla del comedor y yo me acerque un poco alarmado y sin saber que hacer o decir - ¿pero que bronca tienes? ¿Te puedo ayudar? - no, no creo, mis papas se quieren divorciar! Ya no se entienden, siempre están peleando, bueno eso tiene mucho tiempo, pero últimamente lo hacen con mas frecuencia y por motivos cada vez mas insignificantes, casi no se ven por sus trabajos y cuando lo hacen es para pelear, yo creí que esto era pasajero que pronto se les pasaría, pero no, parece que va en serio, lo eh podido manejar porque ya sabes, uno tiene sus ratos, ves cosas, o quieres ver cosas que te hacen pensar que todo se va a arreglar, además, pues si ya no pueden vivir juntos pueden separarse y terminar sin que ninguno de los dos se lastime demasiado, yo ya estoy grande, no tengo hermanos y ese no seria un problema, creo yo, pero de repente no puedo evitar el miedo que me da esta expectativa, no se que demonios tengo que hacer! - lo que me estaba diciendo y ver a mi amigo así, me partía el corazón, y se me hizo un nudo en la garganta, tragué un poco de saliva y le dije: - mira, se que no puedo ni imaginarme por lo que estas pasando, debe ser una angustia terrible para ti, pero debes ser fuerte ahora mas que nunca, y habla con tus papas, tu sabes mejor que nadie como acercarte a ellos, diles lo que sientes y trata de resolver las cosas, tu eres también parte de esta familia - le puse mi mano en el hombro, y se levanto de su silla, - si, tengo que hablar con ellos, quizá no todo esta perdido aun, ¿verdad? - busco mi mirada notablemente agradecido, como si le hubiera dicho algo que el no sabia, aunque en ese momento yo sentí que estaba agradecido mas bien por el hecho de haberlo escuchado, - Si!!!, pelea por conservar tu familia Salvador, y ya sabes que aquí estoy si necesitas mi ayuda en esto amigo - gracias Andrés! Y perdona el comportamiento de ayer - no te disculpes, ahora entiendo muy bien! – sonreímos un poco, nos estrechamos las manos, nunca fuimos muy emotivos, mi hermana medio en broma, siempre me decía que yo tenía el corazón de piedra, cuando salía de la casa de mi amigo, antes de cerrar la puerta me dijo: - Andrés! No se lo vayas a contar a nadie, que nadie lo sabe aun, ni Raúl - yo asentí con la cabeza y cerré la puerta tras de mi.

Mientras volvía a casa comprendí, muchas cosas, empecé a pensar en lo que pasaría si mi familia pasara por algo similar, si mi hermana tuviera que ver a sus padres separarse, y me prometí a mi mismo ayudar a Salvador en todo lo que pudiera.

Había comenzado oficialmente la temporada de vacaciones de verano, calurosas vacaciones, como suelen ser todas, aburridas, fastidiosas, pero esta vez tenia una razón para ocupar mi tiempo, iba cada vez que podía a ver a Salvador, estaba tomando muy bien la separación inminente de sus padres, uno de esos días me dijo que tenia que ir a la ciudad de México para realizar los tramites finales de la separación y todo lo que tenia que ver con eso, le ofrecí acompañarlo pero me dijo que era algo que debía resolver solo con su familia además, me aburriría mucho estando allá, comprendí que no debía insistir, y al día siguiente se fue.

No hay comentarios: