29 oct 2007

La última vez que vi su rostro (Capítulo 1)

Nunca midas el amor por el tiempo que duro, hazlo por todo lo que este te dejo; que una persona no te quiera como tu esperas que lo haga, no significa que no te quiera con todo su corazón.

Estábamos en clase de Matemáticas, yo ya no ponía atención a lo que decía el maestro, estaba molesto, contrariado, veía la silueta del profe dándonos la espalda, escribiendo en el pizarrón, lo sentía gritando, explicando alguna cosa, yo lo veía fijamente pero yo no entendía de que trataba la clase, no me interesaba, mi atención y mi mente ya no estaban ahí en mi curso de quinto semestre de prepa, aunque mi cuerpo si estaba en el salón de clases, faltaban pocos días para unas merecidas vacaciones, Salvador, Raúl y yo, estábamos fastidiados de la escuela, ya teníamos planeado irnos de campamento a una bonita zona boscosa no muy retirada de nuestra ciudad que nos gustaba por tranquila y solitaria, sin todo aquello que nos fastidiaba, ya habíamos conseguido una casa de campaña por que ninguno de nosotros tres tenia una propia, a una semana de que terminaran las clases, ya podíamos decir que estábamos listos para partir en cuanto fuera posible, nos gusta mucho ir a ese lugar porque nos sentimos como unos "aventureros", cantamos desaforadamente sin preocuparnos por ser afinados o no, y cocinamos en una fogata, la cual se empeña en hacernos ver mal cuando la comida se nos quema o se nos humea, comida que en realidad más que para alimentarlos nos servia para burlarnos de quien se encargara de hacerla, pero eso era lo de menos, lo importante era estar juntos, sentirnos autosuficientes e invencibles, unirnos un poco mas cada vez, hacer sentir al otro que estabas ahí como un amigo especial de esos con los que un enojo no es gran cosa, y que comparte contigo cada momento especial de la vida por grande o pequeño que parezca, eso finalmente es lo que somos, momentos, la esencia de la vida; ya sabíamos lo que teníamos que hacer, cómo y a que hora seria todo, la verdad ya estábamos muy entusiasmados, la escuela, esta vez, de verdad que nos había parecido insoportable, fue un periodo escolar bastante duro y nos exigía estar muy metidos en las clases, sin mencionar unos exámenes de especial grado de dificultad, desgraciadamente, este hecho provoco malas calificaciones para Raúl, el, era un muchacho que se esforzaba por ser un estudiante regular, pero era un poco cabeza dura, nunca le gustaron las matemáticas, recuerdo que buscaba cualquier pretexto para no hacer operaciones y dejarlas para otro "incauto", en fin, digamos que le fue mal, y por ello sus padres decidieron que no iría con nosotros a este campamento; le pegaron donde le dolía, pero no contentos con eso, lo inscribieron en un curso de verano de matemáticas en nuestra escuela, y con el mismo maestro que según el "lo traía de bajada", cuando nos contó eso, Salvador y yo, nos sentimos un poco traicionados, los padres de Raúl saben que sin el no tiene chiste nuestro plan de acampar, teníamos que estar los tres mosqueteros, como dicen: "uno para todos y todos para uno" de manera que para cuando era el ultimo viernes de clases, los tres ya no teníamos absolutamente la más mínima idea de que íbamos a hacer con nuestras vacaciones, al menos eso creí yo, pensaba, que lo mas probable, seria que la pasaríamos platicándonos una vez más, la historia de nuestras respectivas vidas, y no lo digo así por que sean aburridas, sino que ya nos las sabemos de memoria por que aparte de que nos conocemos desde niños, todos hemos sido actores trascendentales de la historia de los otros, resulta que todos vivimos por el mismo rumbo, y somos muy unidos desde entonces, estuvimos juntos, en los cumpleaños de cada uno, en los primeros vidrios que rompimos, nuestras primeras peleas callejeras que empezaban sin una razón lógica, las primeras novias, sus respectivas serenatas, etc., por lo tanto, no era una idea muy innovadora eso de estar juntos en alguna de nuestras casas solo viéndonos las caras y riéndonos de los mismos chistes, al menos para mi; con mi mente volando, pensando en esto, me sorprendió el toque de salida que me regreso a la realidad y entonces al salir de clases nos reunimos afuera en la puerta de la escuela:

- Bueno Raúl, en vista del castigo de tus jefes, yo sugiero posponer el campamento - dije con voz de decepción, Salvador se me quedo viendo - ¿y para cuando o que? - me pregunto en un tono que no me gusto nada, - Pues para cuando Raúl tenga chance - le conteste un poco molesto y lo mire a los ojos como queriendo decirle que no lo hiciera más difícil, Raúl solo se limitaba a mirarnos a ambos, y al fin nos dijo: - Perdón por arruinar las vacaciones, pero ya saben que nunca se me han dado las matemáticas, ya encontraremos que hacer en los ratos libres, acuérdense que no me prohibieron salir, solo no me dejaron ir al campamento. - trato de animarnos, pero Salvador aun más molesto dijo irónicamente: - Si!!! es solo el campamento!!!, te informo mi querido Raúl, que ese era nuestro plan principal para pasar las vacaciones, tus jefes nos dieron en la torre con ese castigo! - y Raúl apenado de nuevo no supo que decir, - bueno, bueno, no hay problema, ya se les pasara a tus papas el coraje y a lo mejor te levantan el castigo - dije tratando de calmar los ánimos, pero Salvador dijo, - y si no de todos modos aquí estas tu para decirnos que hacer no? No me parece que quieras suspender todo, ¿como que se pospone? ¿Y si yo quería ir aun sin Raúl? - ¿lo harías? - pregunte - no, claro que no, pero ese no es el punto! - me dijo, - y se dio media vuelta visiblemente enojado y se fue, Raúl y yo nos quedamos sin saber que hacer o decir, mientras veía a Salvador alejarse con la cabeza agachada no entendí en ese momento por que reacciono así, si tenia coraje o tristeza o un poco de ambas, por el plan frustrado, aunque en realidad conociéndolo, sentí que había algo raro en el, nunca reaccionaba así por detalles como ese, en ese momento, empecé a sospechar que algo malo le pasaba pero no tenia idea de que podía ser, pensé que no necesariamente Salvador se enojo por lo del plan de campamento, si bien es cierto que debí preguntar primero en vez de suponer que todos querrían posponerlo, eso solo sirvió como válvula de escape para sacar una frustración o algo que tenia dentro y de repente ya no me importo mucho el viaje, sino saber que le pasaba a mi amigo; Raúl, sumido en sus propios pensamientos, supongo que concluyo que el enojo era simplemente eso, un enojo por un plan frustrado, y se despidió de mi al considerar que nuestra reunión por ese día había terminado - Bueno Andrés, luego nos vemos. - yo solo levante mi mano como despidiéndome y le dije adiós, di media vuelta y tome camino a casa.
Durante el trayecto, solo pensaba en todas las posibilidades que según yo, eran la razón de lo que había pasado, y decidí llamarle para pedirle disculpas si yo era quien sin intención, dije o hice algo que no debí, además seria un buen pretexto para indagar un poco mas y tal vez ponerme de acuerdo con el para verlo y que me contara que le pasaba, solo que decidí hacerlo hasta el día siguiente, por si seguía enojado, no quería una pelea aun mas fuerte, mejor esperaría a que se calmaran las cosas.

4 comentarios:

JUAN PEREZ LOPEZ dijo...

"PROFE" NO LE COPNOCIA EL LADO MELANCOLICO Y HASTA POETICO, BIEN POR ELLO. SOLO ESPERO CONOCER EL DESENLACE DE LA HISTORIA

Anónimo dijo...

HOLA CARLITOS LA HISTORIA YA LA LEI

PERO TE MANDO UN ABRAZOTE

ERES UN CHICO HIPERRRRRMEGAAAAA ENCANTADOR

Anónimo dijo...

AL FINNNNNNNNNN, LO LEÍ HIJO.
FELICIDADES SUPERCHARLY

Anónimo dijo...

ERES UN HOMBRE QUE HA LLENADO MUCHOS VACIOS EN MI VIDA , CUIDA MUCHO ESA ALMA Y ESE CORAZON DE POETA. ANA