Salí de mi oficina y al llegar a mi coche encontre en el parabrisas una multa, las leyes de este lugar exigen que el infractor se presente ante un juez municipal para que este determine el monto de la infracción, que usualmente es de $300.00 pesos, con dinero suficiente me dirigí de inmediato hacia el juzgado, y me estacione justo enfrente, habia un parquímetro y le puse las monedas correspondientes, resulta que el juez estaba en su hora de comer, por lo que tuve que seguir poniendole dinero al parquímetro hasta que el juez regreso, cuando me presenté ante él, efectivamente me cobró los $300.00 pero de tanto ponerle monedas al parquímetro mi dinero no alcanzó así que el juez me sermoneo por la falta y sus consecuencias, con la promesa de regresar al otro día le entregue el dinero que yo traía, al regresar a mi vehículo una nueva multa me esperaba, el sermón habia sido tan largo que el tiempo del parquímetro habia expirado, triste regrese a mi casa, al abrir la puerta habia un sobre que deslizaron bajo la puerta:
- Presentese a las oficinas de hacienda para aclarar su situación fiscal...
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