24 mar 2008

El concierto

Después de una larga carrera musical llena de logros y satisfacciones el dueto de rock “metralletas asesinas” dice adiós en su último concierto en el auditorio nacional, donde interpretarán todos sus éxitos en un espectáculo que promete ser inolvidable para todos sus fanáticos y para ellos mismos, tras 20 años de haber iniciado con el original concepto de un dueto de rock.

Ese 19 de Marzo era nuestro gran día, yo estaba nervioso, mi mecanismo de defensa me hacia estar un poco indiferente, algo en nosotros nos pedía continuar pero sabíamos que el grupo tenia que terminar, que lo mejor que teníamos se lo habíamos dado a esta vida que amábamos, lo platicamos, lo comprendimos y lo hicimos, aunque una parte de nosotros nunca lo querrá reconocer era el momento de buscar nuestro camino, de reencontrarnos de decir adiós.

Nos preparamos en el camerino, pensaba en la prensa y el público que nos pedía que no nos fuéramos, que éramos un gran dueto que aun había mucho que dar, pero sabíamos que seria la última vez que utilizaríamos ese personaje que quizá ya era nuestra verdadera identidad, gente iba y venia en los pasillos procurando que todo saliera bien en el espectáculo, esta vez nosotros solo cantaríamos y tocaríamos en honor al final, como siempre, como nunca, seria la despedida.

Willie, que se había puesto ese nombre para efectos del grupo, se pintaba su acostumbrada lagrima en el pómulo derecho, y al mirarnos de repente sentí que tal lagrima cobraba vida propia nos estamos despidiendo, la suerte estaba echada y todo estaba decidido.

- 3 minutos señores!!!!

La ultima llamada, tome la botella de agua y me levante de mi asiento, Willie hizo lo mismo y me alcanzo antes de abrir la puerta, nos dimos un gran abrazo de hermanos, que saben que la situación cambia pero todo sigue ahí, así lo sentimos, rezamos la oración que siempre acostumbramos antes de iniciar un concierto.

Conforme caminábamos al escenario las luces se hacían más escasas y los recuerdos más vívidos, las primeras canciones, los primeros fanáticos, el luchar contra un sistema que no nos aceptaba por que “el concepto no funciona así”, que saben ellos si en el corazón sabíamos que podía funcionar, tenemos el talento, las ganas, el tiempo nos dio la razón y aunque aquel día todo terminaba, sabíamos que lo habíamos hecho bien, y estábamos orgullosos de todo lo vivido y de todo lo ganado con la experiencia del dueto.

Los acordes de nuestra canción de entrada empezaban a sonar, como siempre, como nunca, sonaban distinto, había un sutil sabor a esperanza, mientras tocábamos buscamos detener el tiempo justo en ese momento por lo menos en nuestro recuerdo, esa noche tocamos con todo, daríamos lo mejor, sobre la marcha de aquel último concierto, pensé en arrepentirme, en que quizás aun podíamos seguir, pero quisimos retirarnos ahora en todo lo alto, con un dueto en la cima del éxito, una agrupación ganadora, exitosa, dejar en las mentes y corazones de todos esa imagen y la sensación de algo bien hecho, algo que salió del corazón, las cosas así siempre son correctas.

Los gritos de la gente casi emparejaban el sonido de los acordes de las guitarras, las luces se encendieron para iluminarnos y comenzamos a cantar como siempre, como nunca.

“Puedo sentir que hago las cosas bien
a veces parece que va mal
pero hay algo dentro de mi
y todo al salir es verdad”

La gente gritaba y la música sonaba, a momentos Willie y yo nos mirábamos y sonreíamos, era especial tener aquel último roce, la última “pequeña muerte” con los fanáticos, ser el centro de atención una última noche, tocar y sonar, como siempre, como nunca.

“Siempre estaré ahí contigo
aunque no me puedas ver
no tienes más que recordar
estoy más dentro de lo que crees
y a tu lado siempre voy a estar”

Al terminar el concierto, nos despedimos de forma emotiva, Willie soltó algunas lagrimas que borraron un poco la lagrima pintada, la gente gritaba pidiendo que no terminara, una parte de nosotros quería cumplir ese deseo, nunca nadie sabrá que hubiera pasado después, en caso de seguir, yo me quedo con el gusto de que sucedió, el mundo del espectáculo es así, para algunos seremos inolvidables y formamos parte sustancial de sus vidas siendo la canción de algún momento especial, algunos mañana quizás ni nos recordaran.

Al otro día en el cuarto de hotel después de una noche de celebración donde todo mundo tenia una opinión sobre nosotros, recapitulamos un poco, y contamos algunas anécdotas con algunos miembros del equipo técnico, yo tenía una rara sensación por este final, sentía que cubría el aire del lugar a modo de despedida, fue un momento doloroso pero a la vez mágico el decir adiós sin querer decirlo, pero sabiendo que las cosas son así, con aquel sabor agridulce del final y la esperanza de un día mejor, por que nos fuimos en un gran momento con todo en orden, con las cosas bien, como solo los grandes lo hacen.

Deje la ropa de aquel concierto en el cuarto del hotel, a modo de luto por el fin, solo cargué con mi guitarra, fui el último en salir del hotel y no mire atrás para nada, espere lo suficiente para no encontrar prensa ni fanáticos en mi camino esta vez sin proyectores ni micrófonos, esta vez solo quise caminar, silbaba el coro de la canción que aquella vez elegimos para cerrar ese concierto

“Siempre estaré ahí contigo
aunque no me puedas ver
no tienes más que recordar
estoy más dentro de lo que crees
y a tu lado siempre voy a estar”

Willie se integro un tiempo después a un grupo de rock, tuvo bastante éxito, así sucede con la gente que tiene estrella, su vida continuo en los escenarios, para mi el destino tenia otros planes, ahora trabajo fuera de ese ambiente pero sigo en contacto con Willie, la vida es así, cosas inician y terminan y los buenos recuerdos y los bellos momentos siempre estarán ahí para mi, solo tengo que cerrar los ojos un momento, hoy a tanto tiempo de que acabó, solo puedo sonreír y sé que Willie también lo hace, recuerdo que aquel día que dijimos adiós al dejar aquel hotel, el sol me iluminaba de frente mientras veía el horizonte y la esperanza de los buenos momentos de la vida por venir iluminaban mi espíritu, creo que no es pecar de egoísta al decir que tengo los recuerdos y los momentos que son ahora mis recuerdos, mis momentos, y esos ya nadie me los quita de la mente y el corazón, por ello hoy se que amo cada pequeño detalle aprendido con el dueto y que amo la vida como siempre, como nunca.

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