El portero es la figura que tras décadas y décadas de fútbol siempre ha estado mal vista, si, ha estado mal vista desde toda perspectiva desde la que se mire. Cuando a tu equipo preferido le meten un gol ¿el principal culpable quién es? El portero. Da igual que el defensa haya fallado estrepitósamente, que el gol sea en propia meta,...el portero es más malo que pegarle a tu mamá.
A mi entender existen causas latentes en forma de trauma infantil que todos y cada uno de nosotros guardamos "internamente", y que aflora en ocasiones en forma de insultos hacia los cancerberos.
El caso estrella lo encontramos en nuestra tierna infancia. Esa hora del recreo donde saliamos a jugar con nuestro frutsi y nuestra torta de jamón, en el que el primer contacto con la pelota es el clásico balonazo directo a dicha torta que causa su caída inmediata. Ese día no te desayunabas y además el colega que te daba con el balón te decía desde lo lejos entre carcajadas "perdón". Tú mientras, sentías ganas de agarrarle por el pescuezo delante de todos y hacerle tragar la torta del suelo pero en cambio, ponías cara de niño maduro y comprensivo y decías "Es igual, son cosas que pasan, anda no te vayas a disculpar por eso". A partir de ahí, por el remordimiento que existía en el interior del culpable, te brindaba una oportunidad con la que siempre habías soñado: el clásico "vente a jugar que nos falta uno..." Tu mente se queda en blanco tu ojos se humedecen y en tu cabeza resuena : (((vente a jugar, ar, ar, ar a jugar , ar ar...))).
Si amigos, ahí está el niño maduro, plantado en el campo con el permiso del deportista de la clase que le dice "Bueno tu empiezas de portero sale?" y ahí comienza todo.
Te pones de portero, te dicen que al gol o 5 minutos, y empiezas a analizar el partido, con los consiguientes pensamientos "internos" de: "No voy a fallar, soy un cráck, vaya oportunidad que me han dado, anda mira ese se acerca, vaya oportunidad que me han dado, anda se sigue acercando, me lleva! ya está aquí, vaya oportunidad que me han dado, me lleva...! ...ahhh" GOL. Inevitablemente GOL y además no el típico elaborado y trenzado gol, sino el gol chafa donde el portero se pone de lado y levanta sus extremidades superiores para taparse la cara mientras flexiona de forma magistral una pierna hacia arriba, es decir, la posición del cagao.
Sentimeinto de culpa: Aquí aparece el reto. Claro es tu primera vez, has metido la pata y la verdad niño, no estás en condiciones de decir "¿A quién le toca?. Entonces llega tu segundo acto heróico del día y dices la clásica frase de: "Bueno me pongo otro porque fue culpa mía" a la que todos esperamos que nos contesten "Que va hombre, me pongo yo", pero se hace un silencio, no hay respuesta, te vuelven a relegar a la portería diciéndote: "Seguro? Vale" (entre seguro y vale se dejan un espacio de 2.1 centésima de segundo por lo que resulta imposible contestar).
Bueno, recapitulamos, portero cagón standar en escuela standar y compañeros deportivos standar. Los años pasan y sigues en la portería a causa de los más novedosos mecanismos de marginación que un recreo haya podido ver:
- Eres el último en ser elegido y empiezas en la portería.
- Te dicen que 5 minutos y termina el recreo y te dicen la clásica frase de "Es que no sabemos quién llevaba el tiempo".
- El resto de tu equipo tiene una extraña lesión de muñeca por la que el médico le ha recomendado una serie de días de reposo en los que pueden jugar al fútbol, hacer chilenas, rematar de forma acrobática pero tienen terminantemente prohibido jugar en la portería.
- Te cambias con otro niño de tu clase pero resulta que después de él vuelves al ponerte tú debido a que el no se va a poner porque es el cráck mundial y sería un desperdicio reducirlo a la simple posición de portero.
Podría estar un día entero describiendo situaciones como las anteriores así que mejor vamos terminando. Y termino haciendo una reflexión hacia todos aquellos pequeños que serán los próximos traumatizados por "el mal del portero". Por favor, alejense de un campo de fútbol con una torta en la mano porque es carne de cañón y de verdad, pienselo bien cuando les den la oportunidad con esa especie de canto de sirena (((ar ar ar))) que te atrae hacia la portería y te ciega ante todas las injusticias que se cometeran hacia tu persona.
Artículo patrocinado por la APEST (Asociacón de Porteros Eternos sin Torta).
A mi entender existen causas latentes en forma de trauma infantil que todos y cada uno de nosotros guardamos "internamente", y que aflora en ocasiones en forma de insultos hacia los cancerberos.
El caso estrella lo encontramos en nuestra tierna infancia. Esa hora del recreo donde saliamos a jugar con nuestro frutsi y nuestra torta de jamón, en el que el primer contacto con la pelota es el clásico balonazo directo a dicha torta que causa su caída inmediata. Ese día no te desayunabas y además el colega que te daba con el balón te decía desde lo lejos entre carcajadas "perdón". Tú mientras, sentías ganas de agarrarle por el pescuezo delante de todos y hacerle tragar la torta del suelo pero en cambio, ponías cara de niño maduro y comprensivo y decías "Es igual, son cosas que pasan, anda no te vayas a disculpar por eso". A partir de ahí, por el remordimiento que existía en el interior del culpable, te brindaba una oportunidad con la que siempre habías soñado: el clásico "vente a jugar que nos falta uno..." Tu mente se queda en blanco tu ojos se humedecen y en tu cabeza resuena : (((vente a jugar, ar, ar, ar a jugar , ar ar...))).
Si amigos, ahí está el niño maduro, plantado en el campo con el permiso del deportista de la clase que le dice "Bueno tu empiezas de portero sale?" y ahí comienza todo.
Te pones de portero, te dicen que al gol o 5 minutos, y empiezas a analizar el partido, con los consiguientes pensamientos "internos" de: "No voy a fallar, soy un cráck, vaya oportunidad que me han dado, anda mira ese se acerca, vaya oportunidad que me han dado, anda se sigue acercando, me lleva! ya está aquí, vaya oportunidad que me han dado, me lleva...! ...ahhh" GOL. Inevitablemente GOL y además no el típico elaborado y trenzado gol, sino el gol chafa donde el portero se pone de lado y levanta sus extremidades superiores para taparse la cara mientras flexiona de forma magistral una pierna hacia arriba, es decir, la posición del cagao.
Sentimeinto de culpa: Aquí aparece el reto. Claro es tu primera vez, has metido la pata y la verdad niño, no estás en condiciones de decir "¿A quién le toca?. Entonces llega tu segundo acto heróico del día y dices la clásica frase de: "Bueno me pongo otro porque fue culpa mía" a la que todos esperamos que nos contesten "Que va hombre, me pongo yo", pero se hace un silencio, no hay respuesta, te vuelven a relegar a la portería diciéndote: "Seguro? Vale" (entre seguro y vale se dejan un espacio de 2.1 centésima de segundo por lo que resulta imposible contestar).
Bueno, recapitulamos, portero cagón standar en escuela standar y compañeros deportivos standar. Los años pasan y sigues en la portería a causa de los más novedosos mecanismos de marginación que un recreo haya podido ver:
- Eres el último en ser elegido y empiezas en la portería.
- Te dicen que 5 minutos y termina el recreo y te dicen la clásica frase de "Es que no sabemos quién llevaba el tiempo".
- El resto de tu equipo tiene una extraña lesión de muñeca por la que el médico le ha recomendado una serie de días de reposo en los que pueden jugar al fútbol, hacer chilenas, rematar de forma acrobática pero tienen terminantemente prohibido jugar en la portería.
- Te cambias con otro niño de tu clase pero resulta que después de él vuelves al ponerte tú debido a que el no se va a poner porque es el cráck mundial y sería un desperdicio reducirlo a la simple posición de portero.
Podría estar un día entero describiendo situaciones como las anteriores así que mejor vamos terminando. Y termino haciendo una reflexión hacia todos aquellos pequeños que serán los próximos traumatizados por "el mal del portero". Por favor, alejense de un campo de fútbol con una torta en la mano porque es carne de cañón y de verdad, pienselo bien cuando les den la oportunidad con esa especie de canto de sirena (((ar ar ar))) que te atrae hacia la portería y te ciega ante todas las injusticias que se cometeran hacia tu persona.
Artículo patrocinado por la APEST (Asociacón de Porteros Eternos sin Torta).
Reeditado para version mexicana, con agradecimiento especial a: http://volcadodememoria.blogspot.com/