La semana de recuperación que Laura siguió en ese cuarto de hotel barato, fue lenta, las heridas sanaron rápido y bien, pero a Laura le pareció lenta, porque Marcos nunca estaba, solo llegaba a dormir a veces llevando sangre en las ropas, ella se alteraba cuando escuchaba sonidos en los pasillos o la escalera del hotel, siempre creía que la estaban buscando y que esta vez no fallarían y la matarían, pero nunca paso nada en esa semana, y pronto llego el lunes…
- Hoy iremos a ver a tu “ ex jefe” – dijo irónicamente Marcos
- No! Me matará de inmediato al verme ¿estas loco? –
- Aunque lo intentará no lo permitiré, tienes mi palabra -
Por alguna razón a Laura le bastaron estas palabras para asentir y acompañar a Marcos, poco a poco los caminos que el taxi estaba tomando se tornaban para Laura peligrosamente conocidos, Marcos había investigado, algunos conocidos dueños de bares de mala muerte y prostíbulos, habían hablado, Antonio Pinto tenia las manos en todo lo ilegal que en esa ciudad se hacia incluyendo drogas y medicamentos, existen laboratorios que trabajan para él, elaboran y tratan las drogas y para encubrir un poco las actividades realizan investigaciones de medicina experimental.
Marcos y Laura bajaron del taxi una calle antes de la ubicación del restaurante que Antonio Pinto usaba como base de operaciones, no había sido difícil para Marcos dar con el lugar a pesar que no tenia una dirección ni con la información de la peligrosidad de la gente de Antonio Pinto, “solo hay que saber que dedos fracturar” solía decir Marcos cuando amenazaba a alguien.
Al bajar del taxi, Marcos le extiende una pistola 22 a Laura…
- Por seguridad -
Laura la toma mecánicamente y la oculta entre sus ropas, avanzan, Marcos ya había estudiado la disposición del lugar, lleva consigo un bate y su propia pistola, entra al lugar dando un portazo, con el cual logra la atención de la gente que esta comiendo en el lugar, tres hombres corren hacia Marcos, recibe al primero con una patada a la rodilla, el hombre cae, para el segundo usa el bate, este hombre alcanzo a sacar su arma pero no la usa, Marcos no le da oportunidad, no cae al primer batazo, pero cae al segundo, generalmente cuando los malos atacan en grupo el que queda al final siempre se aloca, este no es la excepción, Marcos lo despacha fácilmente…